Hoy termina la 22ª sesión del Foro Permanente de las Naciones Unidas para las Cuestiones Indígenas (UNPFII)
Actualmente, el planeta experimenta los efectos nocivos del cambio climático y la pérdida de biodiversidad, en medio de los estragos propiciados por la pandemia del COVID-19, la indiscriminada extracción de los recursos naturales, la guerra en Ucrania y el asomo de una recesión económica global. Este panorama afecta también a los Pueblos Indígenas, quienes además deben soportar el incremento de las actividades extractivas que atentan contra el ecosistema donde habitan y sus vidas.
Estos temas y más se abordaron en la 22ª sesión del Foro Permanente de las Naciones Unidas para las Cuestiones Indígenas (UNPFII por sus siglas en inglés), que se llevó a cabo en la sede de la ONU, en Nueva York, a mediados de abril. Este año tuvo como temas centrales: “Pueblos Indígenas, salud humana, salud del planeta y territorial y cambio climático: un enfoque basado en los derechos”.
Los temas que se trataron este año en el Foro se han trabajado sostenidamente desde el 2022. Al respecto, ha habido reuniones de expertos y representantes indígenas de las siete regiones socioculturales del mundo, gracias a este trabajo se han realizado varios informes, según explicó Myrna Cunningham, vicepresidenta del Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y el Caribe (FILAC) a Colmena Lab.
En el marco de este Foro, el debate se planteó en torno de los seis ámbitos del mandato del Foro Permanente desarrollo económico y social, cultura, medio ambiente, educación, salud y derechos humanos, en relación con la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas y la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
El rol de los pueblos indígenas
Hasta inicios del siglo XXI, los pueblos indígenas han sido vistos como víctimas de los efectos del cambio climático, más que como agentes de conservación del medio ambiente. De hecho, sus representantes han buscado activamente desde 2008 contribuir a combatir el cambio climático, mediante su participación en conferencias ambientales internacionales, a través del activismo y el compromiso político a nivel local y nacional.
Hindou Omarou, coordinadora de la Asociación de Mujeres y Pueblos Indígenas de Chad, señala que en esta sesión se continuó exigiendo justicia climática y se elaboraron estrategias para llegar a la COP28 fortalecidos en el tema de pérdidas y daños.
Durante los últimos 10 años, los representantes de los Pueblos Indígenas se han involucrado colectivamente en el cabildeo para su inclusión en las negociaciones intergubernamentales sobre el cambio climático, como una estrategia para tener poder de decisión en las Naciones Unidas. “Hemos presentado propuestas relacionadas con las vivencias de los pueblos originarios y el cambio climático”, señala Tarcila Rivera Zea, presidenta del Foro Internacional de Mujeres Indígenas (FIMI), en una entrevista para Colmena Lab.
Un informe de la FAO y del Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y El Caribe (FILAC), sobre gobernanza forestal por Pueblos Indígenas y tribales, resalta el papel fundamental que juegan en el combate contra la deforestación, la conservación de los bosques y la biodiversidad y la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. En la misma línea, un estudio de la Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA) y la Iniciativa para los Derechos y los Recursos (RRI) señala que los pueblos indígenas serán claves para proteger el 50% del territorio mundial para 2030.
“Nunca ha habido mayor reconocimiento a nivel mundial del aporte de los Pueblos Indígenas y su conocimiento tradicional para la acción climática y la preservación de la naturaleza. Empero las amenazas a estos pueblos también son mayores que en cualquier otro momento en estas últimas décadas”, indica David Kaimowitz, coordinador de Programas de Tenure Facility, en una entrevista para Colmena Lab.
“No podemos hablar de la salud humana si nuestro medio ambiente no es saludable; tampoco de un medio ambiente más sano si el ser humano –que debe proteger el medio ambiente– no está saludable”, Hindou Oumaru Ibrahim.
Salud humana, salud planetaria, derechos indígenas
La salud humana, del planeta y la territorialidad están interconectadas y son esenciales para los pueblos indígenas. Reconocer sus derechos es fundamental para garantizar que se aborden estos temas de manera efectiva y justa. Para asegurar un futuro sostenible para todos, es necesario tener garantías.
Otro artículo publicado en Nature resalta la importancia de la seguridad de la tenencia indígena y la vigilancia forestal para la mitigación del clima y la conservación de la biodiversidad y muestra que los pueblos indígenas también protegen la salud pública. Los autores señalan que los territorios indígenas en Brasil ayudan a evitar 15 millones de casos de infecciones respiratorias y cardiovasculares por año, ahorrando a los ciudadanos y contribuyentes brasileños US$2 mil millones en costos de atención médica. Esto ocurre gracias al bajo riesgo de incendios forestales y gracias a la absorción de los contaminantes del aire por medio de los bosques.
Oumarou, mujer indígena del pueblo Mbororo de Chad hace énfasis en el vínculo íntimo entre la la salud humana y la salud del planeta: “La relación (de los pueblos indígenas) con el medio ambiente ha moldeado su cultura y ha sido esencial para su supervivencia”, apunta en una entrevista para Colmena Lab.
Los pueblos indígenas han desarrollado una relación única con su entorno, esencial para su supervivencia física y cultural. Para ellos, el territorio no es solo un espacio geográfico, sino que es un espacio de vida y fuente de recursos, de identidad cultural, espiritual y de memoria histórica. La pérdida de territorio y el acceso limitado a los recursos naturales generan graves consecuencias para la salud de los pueblos. Las enfermedades infecciosas y crónicas son un riesgo latente, por la falta de acceso a agua limpia y segura, a alimentos tradicionales y a medicamentos.
En esta línea es importante que les sean reconocidos derechos como:
Autodeterminación, fundamental para que los Pueblos Indígenas sean quienes controlen sus tierras y recursos naturales y tomen decisiones que afectan a sus comunidades.
Participación significativa en procesos de toma de decisiones, para garantizar su participación debates y decisiones que afectan a su salud y bienestar.
Consulta y consentimiento previo, libre e informado, como requisito fundamental para cualquier proyecto que tenga un impacto en los Pueblos Indígenas y en sus territorios.
Salud, que incluye el acceso a servicios de atención médica de calidad, agua limpia y segura, alimentos tradicionales y medicamentos. Sin dejar de lado, la promoción a las prácticas tradicionales y culturales de cada pueblo.
Medio ambiente saludable, para garantizar que los Pueblos Indígenas tengan acceso a un entorno que apoye su bienestar físico y espiritual.
Preservación, revitalización y promoción de las lenguas de los pueblos indígenas, que integren los aspectos de la diversidad lingüística y el multilingüismo en los esfuerzos de desarrollo sostenible.
Para Kaimowitz, es vital reconocer los derechos de los pueblos indígenas para que tanto ellos y sus recursos estén protegidos de las amenazas externas. En la misma línea, Cunningham pide que los gobiernos tomen en cuenta las deliberaciones de los pueblos, quienes aportan desde sus conocimientos y saberes, para la gobernanza y gestión del agua. “No hay voluntad política, no hay legislación, no hay políticas públicas que nos incorporen”, subraya en una entrevista para Colmena Lab.
Los defensores ambientales indígenas continúan enfrentando amenazas, intimidación y ataques por defender sus tierras y territorios. Han destacado que existe una necesidad urgente de reconocer que las causas fundamentales de las desigualdades sociales y de salud se encuentran en relaciones opresivas e insostenibles a nivel mundial. Por lo tanto, tienen un papel fundamental que desempeñar para proporcionar soluciones a la crisis climática. Sus conocimientos, prácticas y sistemas deben ser respetados y promovidos en todos nuestros esfuerzos de acción climática.
Mujeres indígenas
La 22ª sesión también sirvió para implementar la Recomendación General 39 de la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) sobre los derechos de las mujeres y niñas indígenas. Es el instrumento internacional vinculante más amplio y progresista sobre los derechos humanos de todas las mujeres y niñas, mediante el cual se obliga a los Estados que la ratifican a garantizar la igualdad entre mujeres y varones tanto en las normas y leyes, como en los hechos y resultados.
“La CEDAW es la carta fundamental de derechos de las mujeres y su cumplimiento es obligatorio para los países que la ratifican. Buscaremos contribuir al reconocimiento, protección y promoción de los derechos de las mujeres y niñas indígenas. Debemos hacer aportes y recomendaciones para la atención de la salud física, emocional, espiritual, ya que la violencia contra nosotras daña mucho la salud emocional y espiritual de las niñas, las jóvenes y las mujeres indígenas”, detalla Rivera.
Cunningham menciona dos tipos de desafíos, relacionados con la organización de programas de salud sexual y reproductiva y con desafíos internos: “Hemos ganado mucho en el reconocimiento de los Pueblos Indígenas en América Latina, y en algunas de nuestras comunidades hemos ganado autonomía. Al mismo tiempo, enfrentamos desafíos internos y desafíos nacionales, porque en algunas de nuestras comunidades no se aborda la sexualidad, se ve como algo de lo que no se debe hablar”, en una entrevista para Colmena Lab.
Sobre el UNPFII
El UNPFII fue establecido en 2000 con el mandato de examinar las cuestiones indígenas relacionadas con el desarrollo económico y social, la cultura, el medio ambiente, la educación, la salud y los derechos humanos. Desde 2002 se reúne cada año durante 10 días o más, lo cual es una oportunidad para que los Pueblos Indígenas de todo el mundo mantengan un diálogo directo con los miembros del Foro Permanente, los Estados miembros, el sistema de la ONU, incluidos los derechos humanos y otros órganos de expertos, así como con académicos y organizaciones no gubernamentales. La sesión finaliza con un informe que contiene recomendaciones y proyectos de decisión, y que se presenta al Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas (ECOSOC).
Esta sesión ha sido la primera presencial luego de la pandemia del COVID-19, y se da luego de conocerse la última entrega del Sexto Informe de Evaluación (AR6) del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC).
Mira la sesión de cierre, 22º ciclo de sesiones del Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas:
Video: UN Web TV
Escrito por: Alberto Ñiquen.
Periodista especializado en cambio climático, desarrollo sostenible y Pueblos Indígenas; miembro de The Climate Reality Project, Parents for Future Latam, Parents for Future Global y ex editor de la Mula.Pe.
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